En los últimos años, la copa menstrual se volvió una amiga inseparable de las mujeres que buscamos colaborar con el cuidado del medio ambiente, cuidar nuestra salud y además ahorrar dinero.
Si todavía no usaste la copita o no sabés de qué se trata en este artículo te cuento qué es, cómo se utiliza y sus beneficios.
¿Qué es una copa menstrual?
La copa menstrual o vaginal es un recipiente que se introduce en la vagina durante la menstruación para retener el flujo menstrual.
Esta copa, al igual que los tampones, se usa internamente pero no absorbe la sangre. La menstruación queda contenida en el interior de la copa hasta que se extrae de la vagina y se desecha el líquido en el inodoro.
Estos dispositivos pueden estar fabricados con diferentes materiales pero las más comunes y recomendadas están hechas de silicona médica o en grado quirúrgico debido a que este material no produce alergias.
No contiene blanqueadores, ni componentes tóxicos que a veces se utilizan para blanquear el algodón, tampoco tienen productos químicos como desodorantes o geles que puedan ser absorbidos por el cuerpo o provocar irritaciones vaginales.
La principal diferencia entre la copa menstrual y un tampón o una toallita descartable es que es REUTILIZABLE. No es un producto para usar y tirar, por lo tanto no genera residuos.
¿Alguna vez te pusiste a pensar cuánto gastás en tampones y/o toallas femeninas al año y en la cantidad de basura que generamos con el uso de las mismas?
Si tenemos en cuenta que el periodo menstrual promedio tiene una duración de 5 días, por 13 periodos al año, por 35 años (desde nuestra primera menstruación hasta la última) da como resultado 2300 días de vida menstrual aproximadamente.
Durante cada periodo menstrual cambiamos los tampones o toallas unas 6 veces al día por lo menos.
Si multiplicamos esa cantidad por el número de días de nuestro periodo a lo largo de la vida podemos darnos cuenta que ¡cada mujer utiliza y descarta a lo largo de su vida entre 10 mil y 17 mil toallas o tampones o las 2 cosas! generando esa misma cantidad de basura y ni hablar del gasto que significa comprar esos productos cada mes.
Con la copa estamos ahorrando tiempo y dinero, logramos reducir la producción de basura resultante de los productos descartables y a la vez estamos colaborando con la conservación de reservas naturales, evitando los desmontes que se ocasionan para conseguir los materiales con los que se elaboran las toallas y tampones descartables.
¿Cómo se utiliza la copita?
Para introducirlas es importante que tomes tu tiempo e identifiques cuál es el método que mejor te funciona. Puede que te lleve un par de intentos antes de descubrir tu técnica para que quede bien adaptada a tu cuerpo.
Esto es muy normal y no tenés que preocuparte ya que la práctica hará el proceso más fácil.
La copa se inserta en la parte baja de la vagina, no tan profundamente como los tampones. El diámetro de la copa es similar al de un tampón expandido.
Para empezar hay que buscar una postura cómoda, puede ser agachada o sentada. Se humedece la copa con agua, se dobla y se introduce en la vagina.
Dentro de la vagina, la copa se abre sola o la hacemos gira hasta asegurarnos de que se abrió. Los músculos vaginales sostienen la copa y hacen presión generando un vacío que permite que la copa quede fija.
Para sacarla es importante estar relajada. Haciendo un poco de fuerza la copa baja y presionamos la base con los dedos hasta que entre aire para romper el vacío.
Por último se retira con suavidad hacia abajo. Se vacía, se limpia con agua fría y se vuelve a colocar.
Si la copa se coloca bien, no duele. Hay que acostumbrarse a usarla, dejar que el cuerpo se habitúe.
Una vez que te acostumbrás es muy cómoda, tanto como un tampón, pero sin las desventajas que estos ocasionan (la resequedad, ensuciar el molesto cordón antihigiénico, riesgo de contraer enfermedades, infecciones vaginales o síndrome de shock tóxico)
Al final y al comienzo de cada fase menstrual la copa se debe esterilizar en abundante agua hirviendola durante 3 minutos.
Razones para elegir las copas mentruales
# Acorta el periodo menstrual.
Algunas mujeres que llevan meses o años usando la copa, aseguran que sus periodos menstruales se han acortado y ya no sufren tantos cambios de estado de ánimo e incluso cólicos. Tal vez sea porque el cuerpo ya no está en contacto con tantos químicos. Como sea… ¡está buena la idea de acortar un poco el período!
# Económica y Ecológica.
Mientras que las toallas sanitarias y los tampones te obligan a comprar nuevos productos cada mes, las copas menstruales pueden ser reutilizadas hasta 10 años y además son biodegradables.
El precio de una copa es más elevado que un pack de toallitas o de tampones pero tu inversión se amortiza en un plazo de entre 6 y 8 meses; a partir de entonces te ahorrás el dinero que solías gastar mensualmente en protección higiénica y de esta manera también ayudás a evitar el desmonte, colaborás en la conservación de reservas naturales y no generás residuos contaminantes.
# Cómoda, práctica y con gran capacidad.
No se ve, ni se siente. Las copas menstruales tienen mayor capacidad que cualquier tampón o toalla femenina por lo que no será necesario cambiarlas con tanta frecuencia.
Un tampón absorbe unos 5 ml y una toalla sanitaria 10 ml, mientras que la copa tiene una capacidad de 28 ml.
Según el volumen de tu flujo, podés utilizarla hasta 12 horas continuas (salvo que no esté bien colocada). Además una única copa puede ser utilizada durante todo el ciclo, no es necesario ir cambiando de talla en función del flujo.
# Los accidentes son muy improbables.
Debido a que las copas menstruales se fabrican con silicona o látex tienen la capacidad de adaptarse al cuerpo de forma muy suave. Lo cual te permite realizar cualquier actividad física o deportiva sin problema alguno y dormir con la copa colocada sin miedo a sufrir un accidente.
# Saludable.
La probabilidad de presentar alguna reacción adversa es mínima. Se sabe que los tampones pueden causar sequedad vaginal y las toallitas rozaduras o dermatitis de contacto.
Las copas menstruales de silicona son antialérgicas, de hecho son materiales usados para fabricar catéteres o viales como insumos hospitalarios.
Otro temor muy común al usar toallas o tampones son las infecciones, algo que no debería pasarte con las copas menstruales.
De lo único que te tenés que asegurar es de no usar materiales a los que seas alérgica. Un pequeño porcentaje de mujeres son alérgicas al látex, si es tu caso aseguráte de usar una copa menstrual de silicona que son 100 % hipoalergénicas y atóxicas.
Usando la copa protegés a tu cuerpo de toxinas innecesarias que contienen los otros productos tradicionales.
# Olvidate de los malos olores.
Al tener siempre la copa al interior de la vagina, la sangre nunca se oxigena, por lo tanto, no causa el mal olor que si se presenta en las toallas higiénicas.
¿Dónde la podés conseguir?
Podés comprar la que vos quieras por internet. Personalmente yo prefiero Me Luna porque provee mayor seguridad a las usuarias ya que no contiene blanqueadores, desodorantes o geles absorbentes. Está libre de PVC, silicona, látex, proteínas, por lo es tanto hipoalergénica. Tampoco utilizan alquilfenoles en su fabricación.
Si todavía no usaste nunca una copita, el «set de iniciación» Me Luna Classic es ideal si no sabes exactamente qué talle o estilo es el adecuado para vos. Puede usarlo cualquier mujer con musculatura normalmente desarrollada y con sensibilidad normal (sin dolor o presión con el uso anterior de tampones).
Y si tu aptitud atlética está por encima del promedio y tus músculos del piso pélvico están muy bien tonificados Me Luna Sport sería el set de iniciación más apropiado para vos.
¿Y vos? ¿ya empezaste a usar la copita?
Contame cómo fue tu experiencia con la copita al final del post y compartí el artículo con tus amigas para que cada vez seamos más las mujeres que cuidamos mejor nuestro cuerpo, vivimos nuestro período menstrual con menos problemas, menos gastos y además colaboramos con el cuidado del medio ambiente.
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