¡Quiero que los demás me acepten, me respeten, me quieran y me admiren!
Tengas o no conciencia de esto, constantemente nos esforzamos por demostrarle al mundo nuestras fortalezas, nuestros logros, nuestras capacidades, nuestros éxitos y lo increíble que podemos llegar a ser.
Lo hacemos principalmente por temor. Si, por temor al qué dirán, por temor a ser rechazados o juzgados y en casos más extremos por temor a ser “excluidos”.
Esta necesidad de “pertenecer” que tenemos todos los seres humanos nos hace altamente vulnerables y tal vez sin darnos cuenta nos pone a la defensiva y nos obliga a actuar desde el miedo y no desde el amor.
Creo que mostrarte tal cual sos, sin máscaras, sin corazas, sin dudas, sin miedos, sin filtros, totalmente despojada de prejuicios, desnudando tu alma, siendo auténtica aún sabiendo que podés o no gustarle a los demás, que podés o no ser aceptada, y aceptar que no se puede agradarle a todo el mundo, puede ser una llave de liberación o una oportunidad de profunda y verdadera conexión con vos misma y con los demás.
Frecuentemente nos ponemos armaduras pensando que nos protegen, pero sólo evitan que nos vean como somos realmente.
Todas las personas tenemos puntos débiles que nos hacen sentir totalmente expuestos, desprotegidos y frágiles.
Sin duda, cuando te toca pasar por momentos que atraviesan tus puntos susceptibles es horrible y a veces llegás a pensar “¡Tragame tierra!”, pero al permitirnos sentir nuestra vulnerabilidad nos arriesgarnos a mostrarnos tal cual somos a pesar de no tener la certeza del resultado que obtendremos al hacerlo y eso nos libera.
Muero de vergüenza
La vergüenza o la pena (como dicen las amigas mexicanas) es nuestro mecanismo de desconexión a través del cual nos protegemos de la vulnerabilidad. Es el sentimiento de creer que somos imperfectos y, por lo tanto, indignos de amor y de integración.
Nada nos causa más temor que la desconexión o el rechazo, por eso buscamos la aprobación, pero la auténtica integración surge cuando nos presentamos al mundo con nuestras imperfecciones convencidas de que somos merecedoras de aceptación, de amor y de todo lo bueno.
“Esto duele. Es decepcionante, quizás hasta descorazonador. Pero no me guío por los valores que ensalzan el afán de triunfar, lograr el reconocimiento y la aprobación. Mi valor es el coraje, y yo he sido valiente. Puedes pasar de largo, vergüenza”. – Brené Brown. Frágil. El poder de la vulnerabilidad.
Para no sentir la parte dolorosa de la vulnerabilidad solemos anestesiarnos con distintas adicciones ya sea al alcohol, al trabajo, al juego, a la comida, etc. Sin embargo no se pueden anestesiar las emociones selectivamente. Si anestesiás el dolor, también anestesiás las emociones positivas.
Para lograr la conexión es absolutamente necesario estar dispuestos a dejar de lado lo que pensamos que deberíamos ser para ser quienes verdaderamente somos.
Sobre este tema la investigadora Brené Brown dictó una conferencia TED, la cual me resultó más que interesante y quise compartirla aquí en el blog para profundizar a cerca del mismo.
Por último…
Permitite sentir tu vulnerabilidad, sos humana. Sentí el dolor, el miedo, la angustia, cuando haya que sentirlos sabiendo que es un paso necesario para también vivir el amor, la pasión, el agradecimiento, la creatividad, la pertenencia y lo mejor vivir en absoluta conexión.
Si te gustó el tema de hoy dejame tus comentarios al final del post y compartilo con las personas a las que creas que este artículo las puede ayudar.
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La vergüenza no te deja ser libre.te condiciona. Me hubiera gustado leer este artículo muchos antes.Mi vida, mi conexión con los demás hubiera sido más fácil.Siempre me costó integrarme y esto tuvo mucho que ver..He leído todos los temas de Mujer Fénix muchas veces no he hecho comentarios por vergüenza de ser la única que me pasa, de no expresarme correctamente y otras cosas.Me pregunto cuantas como yo no escriben por lo mismo?
Hola Alicia! Gracias por animarte a exponer tu opinión y a compartir con todas las lectoras de este espacio. ¡Todo llega en el momento justo! Nunca es tarde para seguir aprendiendo y lo importante es ir incorporando ese aprendizaje o sabiduría para que nuestra vida sea un poco mejor. Estoy segura de que si te animás a expresarte más, a dejar que te vean como sos, poco a poco vas a vencer la vergüenza. Hay mucha gente que pasa por lo mismo, sólo hay que «romper el hielo» porque detrás de las primeras impresiones hay quienes están dispuestos a escuchar a conectar con vos. Un abrazo grande! 😉
Gracias por tus palabras