Hace un par de semana di a conocer mujerfenix.com, previo a esto llevaba varios meses trabajando en la construcción del sitio y la elaboración de su contenido.
A medida que avanzaba con mi trabajo iba acercándose el momento de dar a conocer este espacio al mundo y yo me daba cuenta que de alguna manera siempre me faltaba algo para que estuviera todo perfecto y divino para ser presentado en sociedad.
De esta forma fui “procastinando”, dejando cosas para después o simplemente centrándome en detalles irrelevantes que no me acercaban un poco más a cumplir el objetivo de comenzar con mi emprendimiento lo antes posible, sino que al contrario, la fecha cada vez se hacía más lejana.
Recuerdo que las primeras veces que me ponía a escribir y estaba sentada frente a una hoja en blanco, me concentraba demasiado en no decir palabras de más, trataba de encontrar la frase más adecuada para que lo que exprese no le caiga mal a nadie.
Más tarde, la misma semana del lanzamiento del blog, llegó a mi espontáneamente una propuesta de dar a conocer el blog en una radio de alcance provincial y dije sí, sin pensarlo, pero a los cinco minutos me estaba retorciendo del dolor de panza que me causaron los nervios.
Años atrás trabajé muchos tiempo en la producción de medios audiovisuales pero siempre tuve terror a pararme frente a una cámara y hablar en público.
Básicamente todas estas situaciones me hicieron entender que aunque no llegue al límite de entrar en pánico totalmente, siguen apareciendo en mi bloqueos y miedos a superar.
Miedos
¿Miedos? ¡Si, miedos! Miedo al qué dirán, miedo a qué pensarán de mi, miedo al rechazo, miedo a la crítica, miedo a no ser suficientemente buena en lo que hago, miedo a equivocarme, miedo a hacer el ridículo, miedo al miedo, etc… ¡Miedos! ¡Infinitos miedos! que no logran otra cosa más que paralizarme y boicotear mis sueños.
«Lo único que tenemos que temer es al miedo mismo» Franklin D. Roosevelt
Comencé a preguntarme:
¿Qué pasaría si dejara de creer todas aquellas cosas que creo de mi misma que me hacen sentir mal?
¿Qué pasaría si dejara de permitir que tomen el control sobre mi la vergüenza, la culpa, o el miedo por lo que los demás tal vez vayan a pensar de mi?
Entonces tomé conciencia del asunto y pensé: pero si es que… ¡nadie está pensando en miiii! ¡Jodeeer! (con voz de película doblada al español)
Generalmente… ¡esto es así! la gente está tan sumergida en su rollo personal que lo que vos hagas casi siempre está en segundo plano en sus vidas.
Cada cual está proyectando su película mental y le pido disculpas al “ego” pero tiene que aceptar que no somos los protagonistas de la vida de los demás, sólo de la nuestra.
Y en el caso de que te encuentres con muchas gente que te critique, que no le guste lo que hacés, que no coincida con vos en lo que opinás o que prefiera leer cosas a su parecer más interesantes que las que vos escribís. Aun así ¡no pasa nada!
No pasa nada si vos no te lo tomás como algo personal o en tu contra, solamente se agradece la posibilidad de aprender de lo diferente y se sigue adelante.
Después de todo las opiniones dirigidas hacia vos o hacia lo que hacés son sólo ¨percepciones”, sean buenas o malas, no necesariamente concuerdan con la realidad, ni mucho menos definen lo que vos sos.
¡Lo que los demás piensen de vos es su problema, no el tuyo!
Percepciones
¡Simplemente son sólo eso! ¡percepciones! Distintas, iguales o parecidas a las tuyas, pero ¡percepciones al fin! predeterminadas por nuestras creencias, juicios, experiencias, aprendizajes y demás…
Los seres humanos estamos acostumbrados a clasificar y etiquetar a las personas, pero eso no describe a ningún ser en su totalidad.
También me pregunto:
¿por qué algunas personas en vez de focalizar la atención en nuestro propio ser, en aceptarnos, en amarnos y en confiar en que lo que somos está bien así como es, nos preocupamos demasiado por lo que piensen de nosotros y en ser aceptados?
¿Por qué no nos damos cuenta a simple vista de que no necesitamos de la aprobación de otros, ni de las etiquetas, ni necesitamos que nadie nos diga que somos buenos, que somos especiales, que somos amados, que somos dignos…?
Dudas e Inseguridades
Sin intención de llamar la atención ¡estamos buscando fuera de nosotros mismos aquello que no somos capaces de darnos! porque dudamos de nuestro propio valor, de nuestras propias percepciones, o de lo que sea.
El problema es darle lugar a la duda y a la inseguridad en nuestro interior, y eso refleja nuestra falta de confianza y autoestima, porque no nos han enseñado cómo amarnos, a valorarnos y a darle cariño a nuestro propio ser. Lo bueno es que si nos damos cuenta de esto, lo podemos cambiar y podemos limpiar toda esa «basura mental» o creencias limitantes que no nos dejan amarnos y nos impiden desplegar todo nuestro potencial.
¡Yo tengo el poder!
Como decían HE-MAN y su hermana SHE-RA: «…¡YO TENGO EL PODER!…» y aunque esto delate mi antigüedad 😛 viene bien como para reforzar la idea que les quiero transmitir.
Llegué a la conclusión de que buscar la aprobación de los demás es otorgarle nuestro poder a otros y nos guste o no, es nuestra responsabilidad impedir o permitir que un pensamiento o creencia que no nos pertenece determine nuestras acciones o nuestras emociones.
También sé que muchos de los miedos que tengo aun no los conozco o todavía no he aprendido lo suficiente como para eliminarlos por completo pero, no existe persona alguna que no los tenga. Tener miedo es algo inherente al ser humano.
Escuché por ahí que “valiente no es el que no tiene miedo, sino el que a pesar de tenerlos toma acción y los enfrenta”.
Así que como sé, que el propósito de mujerfenix.com es más grande que mis miedos, estos no van a impedir que yo comparta mi voz con ustedes, porque es más importante que cada una de nosotras vayamos poco a poco recuperando nuestro poder y conquistando esos espacios hasta ahora dominados por nuestros miedos.
«La experiencia de superar el miedo es increíblemente deliciosa» Bertrand Arthur William Russell
Empiezo por mi…
Para terminar les dejo algo para reflexionar que me resuena con este tema, aunque yo no soy devota de ninguna religión, pero por estar rodeada de católicos he escuchado infinidad de veces una de las enseñanza de Jesús que está muy instalada en el inconsciente colectivo y que dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Este es un mensaje maravilloso, el problema es que la mayoría de nosotros nos centramos en amar al prójimo y nos olvidamos por completo de la última parte de la frase que es fundamental y es amarse a uno mismo, lo cual implica creer en uno mismo también.
Me encantaría saber qué opinás ¿de qué otras maneras creés que le otorgamos nuestro poder a los demás? Dejá tu comentario al final de esta nota.
Si querés saber un poco más acerca de cómo incrementar tu autoestima, tu seguridad y confianza en vos misma tal vez te puede interesar la guía Amarte te Empodera ¡Si ya la tenés me encantaría que me cuentes tus resultados!
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Me encanto leer esta página esta fantastica!!! es una herramienta fundamental para levantar el autoestima y fortalecer tus debilidades…la verdad me ha llevado a reencontrarme conmigo misma.
Felicitaciones Ivana esta muy pero muy buena.
Que bueno eso Patricia, reencontrarse con una misma no es poca cosa!!! Muchas gracias, me alegra leer lo que decís a cerca de esta página y saber que te ha gustado mucho. Un abrazo grande 🙂