¿Por qué nos cuesta tanto superar las separaciones, los finales, las rupturas, las pérdidas y las muertes? ¿Por qué nos cuesta tanto cerrar ciclos, soltar y dejar ir? El apego es la respuesta…
Para los tibetanos sólo hay 3 causas de sufrimiento en el mundo: el apego, el odio y la ignorancia de no saber quienes somos y cuál es el propósito de la propia existencia.
En este caso es el apego el que nos ata, nos controla y no nos permite continuar libres, aceptar los cambios y fluir.
“El mundo está lleno de sufrimiento y una de las causas es el apego. Elimina el apego y eliminarás el sufrimiento” Sidharta Gautama Buda
¿Qué es el apego?
El autor Anthony de Mello en su libro “[easyazon_link identifier=»8429324852″ locale=»ES» tag=»mf064-21″]Una llamada al amor[/easyazon_link]” describe el apego como un estado emocional de vinculación compulsiva a una cosa, ser o persona determinada, originado por la creencia de que sin esa cosa o persona no es posible ser feliz.
Tal estado emocional se compone de dos elementos: uno positivo y otro negativo.
El elemento positivo es el fogonazo del placer y la emoción, el estremecimiento que experimentas cuando lográs aquello a lo que estás apegado.
El elemento negativo es la sensación de amenaza y de tensión que siempre acompaña al apego.
Lo verdaderamente trágico del apego es que, si no se consigue su objeto, origina infelicidad; y, si se consigue, no origina propiamente la felicidad, sino que simplemente produce un instante de placer seguido de la preocupación y el temor a perder dicho objeto.
¿Qué tiene que ver el apego con la dependencia?
El apego genera dependencia, porque yo pienso, siento y creo que mi felicidad y mi bienestar depende de algo o de alguien.
Mi mente cree que necesito ese algo o alguien, que es indispensable para vivir y eso me genera una sensación de carencia, por lo tanto cuando lo consigo me da miedo perderlo.
El apego aparece cuando tenemos falta de seguridad y confianza en nosotras misma y comenzamos a actuar en función de conseguir eso que creemos que nos dará la felicidad y si ya lo hemos conseguido condicionamos nuestro accionar para evitar perderlo.
“Los apegos son de tal naturaleza que, aun cuando lograras satisfacer muchos de ellos a lo largo de un día, con que sólo hubiera uno que no pudieras satisfacer, bastaría para obsesionarte y hacerte infeliz.” Anthony De Mello
¿Cómo saber si tengo apego o dependencia emocional?
Según Enric Corbera, experto en bioneuroemoción, la dependencia emocional es un estado psicológico que suele presentarse en relaciones de pareja, familiares o amistades.
Estas relaciones se caracterizan por ser inestables, destructivas y están marcadas por un fuerte desequilibrio donde el dependiente se somete, magnifica e idealiza al otro.
También presenta un síndrome de abstinencia con tendencia a recaer o retomar la relación aún sabiendo que puede ser dolorosa o provocar sufrimiento.
“Nadie se baña dos veces en el mismo río” Heráclito de Éfeso – filósofo griego
Todo cambia y todo se termina…
Como decía una canción de Diego Torres “todo cambia y todo se termina”.
Todas las cosas cambian y ninguna es permanente. La vida fluye y está en constante cambio. Todo, absolutamente todo tiene un principio y un fin, no estamos en control de absolutamente nada.
Tenemos que aprender a soltar, a dejar ir, a convivir con la incertidumbre y ¡amarla! porque nada en este mundo nos pertenece, ni siquiera el cuerpo que habitamos.
Uno puede ser feliz sin tener lo que quiere pero eso implica la aceptación de que las cosas no siempre van a encajar con nuestras expectativas.
Aceptar no es lo mismo que resignarse. La aceptación no es posible sin el entendimiento de que todo en la vida es movimiento y una vez que logramos entenderlo se produce automáticamente una transformación interna.
Por el contrario, la resignación se da cuando no logramos entender y eso nos genera dolor, apatía y desgano. Recordá que los problemas son problemas según cómo se los mire.
“Todo es pasar, todo es fluir, se muere tantas veces en la vida, que lo de menos es morir” Jacinto Benavente
3 verdades para deshacerte de los apegos
Apegarnos nos hace sufrir, nos mantiene esclavizados impidiendonos disfrutar del momento presente. Se dice que a lo que te resistes “persiste”.
En cambio vivir de manera desapegada, es vivir cada circunstancia como una nueva gran oportunidad.
De Mello dice que la forma de ganar la batalla de los apegos es renunciar a ellos. Y dice que renunciar a los apegos no es tan dificil. Todo lo que hay que hacer es ver, pero ver realmente, las siguientes verdades:
Primera verdad: estás aferrado a una falsa creencia. La de que sin una cosa o persona determinada no podés ser feliz.
Segunda verdad: si te limitas a disfrutar las cosas, negándote a quedar apegada a ellas, es decir, negándote a creer que no podés ser feliz sin ellas, te ahorrarás toda la lucha y toda la tensión emocional que supone el tener que protegerlas y conservarlas.
Tercera y última verdad: si aprendes a disfrutar el aroma de un millar de flores, no te aferrarás a ninguna de ellas ni sufrirás cuando una te falte. Si tienes mil platos favoritos, la pérdida de uno de ellos te pasará inadvertida y tu felicidad no se verá afectada. Pero son precisamente tus apegos los que te impiden desarrollar un más amplio y más variado gusto por las cosas y las personas.
A la luz de estas tres verdades, no hay apego que sobreviva. Pero la luz, para que tenga efecto, debe brillar ininterrumpidamente.
¿Y vos? ¿A qué o a quién estás apegada? ¡Contame al final del post!
¡Si te gustó este artículo compartilo con tus amigas!
También te puede interesar:
Dependencia emocional: ¿Qué es y cuáles son sus causas?
Dependencia emocional: ¿amás demasiado o dependés?
¿Querés una relación de pareja exitosa? No hagas esto!
6 Reglas de Oro para superar una ruptura amorosa
¿Porqué muere el amor en la pareja?
Es muy estimulante leer el artículo, hace de verdad tener una nueva perspectiva sobre el apego, es libertador.
Que gusto saber eso Elizabeth! Gracias por dejarme tu apreciación acerca de este post! Te mando un abrazo grande